domingo, 16 de agosto de 2015

PMP. Dividir en dos partes

Una de las actividades que se pueden trabajar en el aula es la división de un polígono en partes iguales. El polígono puede ser regular o no, igual que las partes, pero en todo momento estamos trabajando diversos tipos de polígonos. También es posible hacerlo con figuras geométricas curvas. Esta actividad, que puede ser fácil o complicada dependiendo de la figura inicial, también ha terminado apareciendo en los pasatiempos, tal como vimos en la entrada de título PMP. Divide y vencerás. En general, los más corrientes piden que las partes en que se divide la figura original sean iguales en tamaño y forma. A veces, se añaden otras condiciones para los resultados que debemos obtener, incluso dependiendo de unos simples cálculos, incluimos algunos ejemplos en la entrada PMP. DIVIDE y suma.

Hoy vamos a incluir una nueva serie de pasatiempos de división que tienen la característica de que debemos dividir una determinada zona, llena de elementos, en dos partes que no tienen porque ser necesariamente iguales.

En el primer ejemplo, ya tenemos una serie de líneas de división y solo hay que elegir la que divide en dos partes, en este caso serán iguales al ser el diámetro de una circunferencia, en la que deben aparecer el mismo número de estrellas, teniendo en cuenta que hay estrellas de distinto tipo, pues hay estrellas desde cuatro puntas hasta siete. Está tomado de la revista QUO de octubre de 1998.


El segundo caso complica algo el reto. Ahora no debemos trazar una línea recta como en el caso anterior. En realidad la solución es una poligonal que une una serie de puntos, y el reto es separar los dos tipos de elementos que hay mezclados. Lo hemos sacado del desaparecido Diario 16.


En el último, también debemos dividir un cuadrado en dos partes mediante una línea, en este caso si debemos obtener piezas que sean iguales en forma y tamaño, pero la dificultad está en conseguir que dentro de cada parte haya el número de elementos que nos piden. Apareció en el diario El País del 2 de agosto de 1998.


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